
Los trastornos de sueño por alteración, falta o disminución de su calidad pueden provocar cambios en la vida del paciente como desgano, fatiga, cansancio, accidentes o bajo rendimiento laboral, además de afecciones para la salud, como dolor, enfermedad cardíaca, presión arterial alta, cambios metabólicos e incluso depresión.
Apnea de sueño. (Sindrome de apena/hipoapnea obstructiva del sueño, SAHOS)
El SAHOS es un trastorno del sueño común marcado por un sueño superficial, respiración con dificultad o pausas, interrumpida por sonidos o por ronquidos. Las pausas para respirar pueden durar desde varios segundos hasta minutos y pueden presentarse de pocas a muchas veces por hora. Una pausa puede ser seguida por un sonido de asfixia o resoplido mientras el paciente jadea involuntariamente para regular el nivel de oxígeno.
Las dos causas principales de la apnea del sueño son un bloqueo de las vías respiratorias y señales deficientes de parte del cerebro para dirigir los músculos que controlan la respiración. Estas dos causas pueden actuar juntas, sin embargo, la apnea del sueño causada por una vía aérea colapsada o bloqueada, conocida como “apnea obstructiva del sueño”, es la razón más común.
Un diagnostico apropiado de los trastornos es manejable a través de una serie tratamientos que pueden aliviar los síntomas según su severidad. Las opciones de tratamiento van desde cambios en el estilo de vida y hábitos (higiene de sueño), farmacológicos o también por aparatos ventilatorios, cirugías o dispositivos de avance mandibular (DAM). Estos últimos son aparatos que mantienen adelantada la mandíbula al momento de de dormir, permitiendo una correcta oxigenación. Las distintas posibilidades diagnósticas y terapéuticas muchas veces se entregan a través de un equipo multi-disciplinario de profesionales para una solución concreta.
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